El diálogo para poner fin a una huelga en la chilena Collahuasi, tercera mayor mina mundial de cobre, seguían sin mostrar avances concretos el miércoles, mientras crecía la tensión tras una protesta de trabajadores en las calles.
Al ser consultado sobre si había avances en las negociaciones entre trabajadores y la minera, el presidente del sindicato, Manuel Muñoz, dijo: "Ninguno todavía".
Sin embargo, horas después se observaban algunos signos positivos y el sindicato consultaba con sus asesores legales, hasta el momento ausentes en este nuevo proceso.
Más temprano, la policía usó chorros de agua para dispersar a cientos de manifestantes que bloqueaban las calles y quemaron desechos demandando a las autoridades locales cumplir una resolución que, según ellos, calificó de ilegal una oferta a quienes abandonaran la huelga para volver a sus puestos.
Esta semana comenzaron las primeras negociaciones contractuales desde que inició la medida de fuerza el 5 de noviembre.
"Los actos de violencia perjudican seriamente las negociaciones que se retomaron esta semana, ya que empañan un proceso que debería estar marcado por el diálogo y la apertura de ambas partes", dijo Collahuasi en un comunicado.
Al menos 220 empleados a tiempo completo abandonaron la medida de fuerza en Collahuasi, que extrae un 3,3 por ciento del cobre del mundo, ó 535.000 toneladas al año.
El gremio afirma que la medida legal bloquea una oferta individual que lanzó la empresa con beneficios líquidos por unos 29.000 dólares a quienes dejen la huelga, mientras la compañía dice que el proceso está apegado a la ley.
Collahuasi ha estado operando con limitadas pérdidas en la producción pese al paro gracias a un plan de contingencia.
El sindicato dice que se desconoce el número de total de personas que abandonaron la huelga.
OPERACIONES ESTABLES
La compañía dijo el miércoles que su producción se mantenía a niveles normales, un día después de referir que las operaciones se estaban normalizando satisfactoriamente.
En los últimos días, ambas partes se mostraron entusiastas de alcanzar un acuerdo para terminar con la paralización, que se ha prolongado más que la huelga de cerca de cuatro semanas en la mayor mina de cobre del mundo, Escondida, en el 2006.
De seguir operando bajo un plan de contingencia, no obstante, aumenta el riesgo sobre las operaciones. Las relaciones con su sindicato en el largo plazo también se verían afectadas.
La mina, propiedad de Xstrata y Anglo American, probablemente sufrió pérdidas mínimas de alrededor de 6.000 toneladas, o cerca de un 1 por ciento de la producción anual.
Líderes sindicales, que por semanas presionaron a la compañía para reanudar la mesa de diálogo, mostraban signos de fatiga mientras que los trabajadores que no han recibido un pago presionan en busca de una solución.
La mina no logró convencer al sindicato después de que la mayoría de sus miembros no aceptaron la oferta individual, que habría puesto fin a la movilización.
El directorio de Collahuasi necesitaba convencer al 50 por ciento más uno de los manifestantes a que aceptaran la propuesta.
Los precios del cobre CMCU3 han reaccionado con moderación a la huelga o al reinicio del diálogo.
Fuente: Reuters
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